Publicado, 27-12-2005
El 60% de la papa que consumen los colombianos es parda pastusa,
variedad obtenida por el agrónomo Nelson Estrada Ramos, quien durante
medio siglo ha estado dedicado a producir los mejores tubérculos para
los exigentes paladares nacionales y latinoamericanos.
Perfil elaborado en noviembre de 2003
Con
el mismo empeño con el que en el siglo XIII se experimentaba en busca
de la piedra filosofal, Nelson Estrada Ramos se ha dedicado a encontrar
variedades de papa resistentes a la gota, a las heladas; consumidoras
de poco aceite; de agradable sabor, redondas, con ojos de poca
profundidad, no muy grandes, no muy pequeñas y de color crema, por
mencionar sólo algunas de las condiciones exigidas.
Acumular los
saberes que le harían ser una de las autoridades mundiales en el tema
del mejoramiento de la papa fue posible por su dedicación y por sus
estudios. Es maestro en genética (1957) y doctor en mejoramiento
genético (1957) de la Universidad de Wisconsin.
Su primer
acercamiento a los problemas de estos tubérculos ocurrió durante el
pregrado, que cursó en la Universidad Nacional sede Medellín, cuando se
interesó por una de las dolencias más graves que los aqueja: la gota,
producida por el hongo Phytophora infestans. Lograr la
resistencia a esta enfermedad sería el objetivo de su monografía, que
obtuvo mención honorífica y fue publicada en la Revista de la Facultad
de Agronomía.
En la Estación Experimental de Papa de Usme, luego
de recibir el grado como agrónomo, conoció a uno de sus grandes
maestros, John Hawkes, botánico y taxónomo inglés, con quien haría su
primer gran descubrimiento para el mundo: "se obtienen papas de
excelente vigor cuando se hibridan las nativas de los Andes con
variedades del hemisferio norte".
{* title=Resistencia asistida}
Resistencia asistida
Tres
décadas de trabajo en instituciones como el Instituto Colombiano de
Agricultura (ICA) y el Centro Internacional para la Papa (CIP) dieron
como resultado 30 nuevas variedades, cuatro de las cuales quedaron muy
difundidas la Parda Pastusa, ICA Puracé, ICA Nariño y la Capiro o R12,
que en 35 años lograron aumentar la producción en Colombia un 400%.
Los
beneficios de los nuevos tipos de tubérculos fueron disfrutados no sólo
por los colombianos: a Ecuador llegaron la Santa Catalina y Santa
Cecilia; a Perú la Perricholi, Talcahueña y Salustani, y a Venezuela la
Merideña. Con ello su fama como mejorador genético traspasó fronteras.
Viajó a Perú y Bolivia, donde trabajó en la obtención de plantas
resistentes a la gota y a las heladas, mientras enseñaba a campesinos y
agrónomos el procedimiento para lograrlo.
Tuvo como pupilos a
los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, en donde ahora
se desempeña como docente especial haciendo parte de algunas
investigaciones. El profesor Carlos Ñustes, quien fuera su aprendiz,
reconoce que él es realmente uno de los pocos docentes que se ha
dedicado a la formación de escuela en la Facultad de Agronomía.
"Comparte sin problema todos sus conocimientos con las nuevas
generaciones que lo relevarán en esta labor. En nuestra última
investigación obtuvimos excelentes variedades como la Pastusa Suprema,
la Roja Nariño y la Betina, esta última en honor a su esposa, la señora
Beatriz".
"La papa así como es de buena tiene muchos enemigos:
bacterias, hongos, el frío y el calor excesivo", comenta Nelson
Estrada. Por eso, para lograr la resistencia se buscan especies
silvestres poseedoras de excelentes características genéticas. "Existen
ocho mil variedades de papa en el Banco de Germoplasma del Centro
Internacional de la Papa en Lima, Perú, y hasta hoy sólo estamos
evaluando una parte. Tomará otros 50 ó 100 años conocer su valor
genético".
{* title=Pruebas de fuego}
Pruebas de fuego
¿Por
qué toma tanto tiempo obtener una nueva variedad de papa exitosa? Se
siembran 100 mil planticas, donde cada una es un híbrido diferente. Se
prueban ante los ocho virus que las atacan. Pueden sobrevivir 50 mil,
es decir, la mitad. De ésas, a su vez unas mil pasan la prueba al
volver a hacer la selección. Se sacan las semillas de las
sobrevivientes y se siembran en el campo, para averiguar si producen
tubérculos buenos.
Quedan cerca de 100. El procedimiento es
repetido y serán 20 las que pasen la prueba. Pero ahí no acaba todo.
"También se piensa en el consumidor. Son cocinados varios platos que
prueban distintas personas para averiguar si las papas tienen buen
sabor". Después de esto se les hacen exámenes de calidad tomando el
peso específico, "por lo general las livianas tienen poco sabor y al
freírlas consumen mucho aceite, lo cual no le conviene a las
empresas". Al tiempo transcurrido hasta este punto se suma el que
puede tardar conocer cada uno de los 10 mil factores cromosómicos del
tubérculo.
La rigurosidad y el conocimiento del campo que
posee el profesor Estrada lo han hecho merecedor de galardones como el
Premio Nacional de Agricultura, otorgado por el Ministerio de
Agricultura; la Medalla del Mérito Agronómico del ICA, por sus
servicios al Programa de Papa durante 25 años; y la Medalla Agrícola,
por aportes investigativos en la producción de papa en Colombia y los
países de la Región Andina, otorgado por el Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura de la OEA.
Además, es miembro
honorario vitalicio de entidades como la Asociación de Papa de
América, la Asociación Latinoamericana de Papa (ALAP) y la
Hineam Society of London de Inglaterra.
{* title=¿Por qué la papa?}
¿Por qué la papa?
En
1800, el 90% de los campesinos irlandeses comían papa al desayuno, al
almuerzo y a la comida. De pronto los cultivos fueron atacados por el
hongo y la hambruna originó un millón de muertos y un éxodo de la misma
cantidad de personas hacia Estados Unidos. "Ahí se ve la importancia de
trabajar el producto para hacerlo resistente a las enfermedades",
asegura Estrada. "Además - continua- en Holanda una sola cosecha de la
planta, llevada a Europa por los españoles, pagaría diez veces los
viajes de Colón para venir a América".
Fuera de ser uno de
los alimentos más versátiles, la papa tiene también implicaciones
culturales. Nelson Estrada recuerda que en Bolivia le contaban que la
futura esposa de uno de los miembros de la familia tiene que pasar una
prueba con la suegra: " la pone a pelar una papa con ojos profundos y
del tiempo que se demore y la manera como la deje, depende que la
acepten".
Así, este conocedor de uno de los alimentos más
importante en la dieta de muchas personas es responsable de que en las
cocinas y comedores de millones de familias todos dispongan de una
buena papa, de rico sabor, buen color y tamaño, que puedan preparar de
infinitas maneras.