Publicado, 01-09-2004
Gracias a un modelo de atención médica que tiene en cuenta
factores biológicos y psicosociales, el país ha encontrado una forma de
reducir sus altas tasas de mortalidad materna por preeclampsia. La
iniciativa, que fue diseñada por Julián Herrera y su equipo de
investigación en medicina familiar de la Universidad del Valle, ha sido
validada en Latinoamérica y Asia.
Perfil elaborado en septiembre de 2004
La
impotencia ante la muerte de una mujer a la que se le complicó el
trabajo de parto luego de dar a luz a gemelos marcó para siempre la
vida de Julián Herrera, profesor de la Facultad de Medicina de la
Universidad del Valle, quien desde ese trágico momento de su primer
turno de ginecología vio sellada la decisión de adentrarse en la
medicina familiar para aportar algún tipo de solución al deceso de
madres por preeclampsia.
Esta enfermedad, que se
caracteriza por el aumento en la presión arterial, hinchazón en la
cara, manos, pies y la presencia de proteínas en la orina, constituye
un problema de salud pública en Colombia, pues tiene una incidencia del
40% en la mortalidad materna. Afecta principalmente a mujeres de primer
embarazo, las que presentan obesidad durante la gestación, las que
cuentan con antecedentes familiares de preeclampsia, las que tienen
diabetes o las que poseen edades reproductivas extremas (menores de 15
años o mayores de 35).
Julián Herrera debió enfrentarse
a esa realidad durante su año de residencia en medicina familiar y
luego en el desarrollo de su fellow de obstetricia y perinatología en
la Universidad del Cauca, institución en la que también había cursado
el pregrado. Para entonces tenía claro que en la salud de las gestantes
no solamente intervienen factores de riesgo desde el punto de vista
médico, sino que hay otros muy importantes que suelen escapársele a los
especialistas por ser del orden social y cultural. Una razón de peso
para alternar los conocimientos adquiridos en la Especialización en
Medicina Familiar en la Universidad del Valle (1986-1987) con el diseño
de una línea de investigación en prevención y promoción de la salud
para mujeres embarazadas.
La línea surgió en 1986,
inicialmente con estudios de casos y controles. Posteriormente apuntó
al seguimiento de una muestra poblacional en la que Herrera y sus
colegas descubrieron que la falta de apoyo psicosocial interactuaba de
alguna manera con la respuesta inmunológica de la embarazada. Es decir,
las mujeres que debían asumir su gestación sin el apoyo del compañero,
las adolescentes que eran expulsadas de sus casas por quedar en
embarazo y las que pasaban por una situación económica o moral difícil
eran más propensas a presentar quebrantos en su salud a la hora del
parto.
{* title=Respaldo integral}
Respaldo integral
Luego
de publicar sus planteamientos psicosociales en la revista Stress
Medicine de Londres en 1988, los académicos describieron un tratamiento
médico para presentarlo en 1991 en un congreso mundial de medicina en
Virginia Estados Unidos, donde concursaron con otros 360 trabajos de
todo el mundo y obtuvieron el primer puesto en investigación. Se
trataba de un procedimiento para disminuir el riesgo de preeclampsia a
través de la administración de calcio con ácido linoleíco. "Dicha
combinación aumenta los niveles de prostaglandina E2, una sustancia que
dilata los vasos sanguíneos contribuyendo a que disminuya la presión
arterial durante el embarazo", explica el profesor Herrera.
El
modelo, acompañado de un respaldo familiar y psicológico, fue aplicado
a una muestra de 742 embarazadas del Departamento del Cauca en Colombia
y los resultados fueron tan positivos que posteriormente se implementó,
con el apoyo del Ministerio de Salud, en una población de 15.452
mujeres de escasos recursos del occidente colombiano. Para ese momento
los científicos ya habían logrado bajar la mortalidad al 34,5% en las
pacientes que se sometían al tratamiento.
Gracias a ese
resultado, el profesor Julián Herrera fue designado como representante
por Colombia ante la reunión de investigadores en salud sexual y
reproductiva que se realizó en Bangladesh en 1999. Posteriormente, se
unió a equipos de China y Bangladesh en una segunda reunión convocada
por la Organización Mundial de la Salud y Parthers Populations in
Development, que buscaba la elaboración de proyectos conjuntos entre
seis naciones del mundo. "De esta forma se logró evaluar la metodología
con pruebas altamente especializadas y validarla con mujeres de
cultura, religión y nutrición distinta".
Pese a que la
enfermedad no se puede prevenir del todo, el aporte de Julián Herrera y
la línea de medicina familiar de la Universidad del Valle ha mostrado
ser determinante para conservar la vida de muchas gestantes. Por esa
razón el modelo biopsicosocial fue aprobado en 1998 por el Ministerio
de Salud como una estrategia dentro de la política de salud sexual y
reproductiva, y el propio presidente de la República, Andrés Pastrana,
lo exaltó como un logro científico.
{* title=Recuerdos latentes}
Recuerdos latentes
Para
este galeno haber sido investigador durante 18 años no ha sido una
tarea fácil, pues el camino científico está lleno de retos y
obstáculos, como conseguir recursos y pacientes que llenen los
criterios requeridos por los estudios. No obstante, para su fortuna, la
Universidad del Valle, Colciencias, el Ministerio de Salud y los
investigadores de China y Bangladesh han sido un apoyo decidido para
profundizar en los misterios de la preeclampsia.
A la
fecha su equipo ya tiene en su haber siete galardones, tres de ellos
otorgados por sociedades científicas de los Estados Unidos y cuatro
nacionales, otorgados por la Sociedad Colombiana de Psicología de la
Salud. Además, la efectividad de la combinación entre calcio y ácido
linoleico ha sido difundida en publicaciones de la talla de la Revista
Iberoamericana de Salud y Ciencia y el Year Book of Neonatal and
Perinatal Medicine, con una circulación de más de 70 mil ejemplares
alrededor del mundo.
Miembro activo de 12 sociedades
científicas del área de investigación en cuidado primario de
Norteamérica; de medicina familiar en Estados Unidos, Argentina y
Colombia; y de perinatología y salud sexual y reproductiva a nivel
mundial, Julián Herrera considera que su mayor orgullo es haber logrado
validar su metodología a nivel internacional, "pues esa es la línea de
fuego para cualquier investigación"
Sin embargo, no se
queda ahí, el 50% de su tiempo lo invierte en investigación,
examinando pruebas de "pacienticas", como le llama a las gestantes,
para encontrar nuevas salidas a la preeclampsia; siempre inspirado en
el recuerdo de aquella mujer cuya vida seguramente habría podido salvar
si la hubiera conocido hoy, cuando ya existen herramientas para
prevenir ese tipo de muerte.