María Mercedes Suárez de la Torre es docente de la Universidad Autónoma
de Manizales, donde dirige el Grupo de Investigación en Léxico,
Terminología, y Traducción. Su especialidad es la terminología y la
traducción de textos científicos y técnicos, campos en los que queda
mucho por hacer en Colombia.
Perfil elaborado en enero de 2006Mercedes Suárez heredó el amor por las letras de su familia, en
especial de su padre. Fueron esas motivaciones las que la llevaron a
estudiar lenguas modernas en la Universidad de Caldas en 1985 y a
interesarse por los problemas propios de la lingüística y de la
traducción.
En el año 2000 culminó con honores sus estudios de maestría en teoría
de la traducción en la Universidad Autónoma de Barcelona y en 2004 su
tesis doctoral en lingüística aplicada fue laureada en la Universidad
Pompeu Fabra, también en Barcelona (España). Para ella siempre ha sido
importante ir más allá de las teorías sobre la lengua y estudiar sus
aplicaciones y problemas presentes tanto en el discurso oral como
escrito.
"Mis campos de estudio han sido el análisis semántico-pragmático del
discurso, orientados a la terminología y a la traducción
científico-técnica, que es más específica por el manejo de los
lenguajes de especialidad; también he trabajado en el ámbito del inglés
con propósitos específicos, que se trata del uso de este idioma en
disciplinas concretas".
En la actualidad dirige el Grupo de Investigación CITERM de la
Universidad Autónoma de Manizales cuyas líneas de investigación son
léxico, terminología y traducción, el cual, entre otras
investigaciones, está elaborando un léxico bilingüe sobre enfermedades
neuromusculares y conformando un glosario monolingüe en docencia,
investigación y proyección universitarias.
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Competencia traductora
Saber un idioma no es suficiente para realizar una traducción,
explica la profesora Suárez, más aún si se trata de textos con altos
grados de especialidad en una disciplina científica. "Traducir implica
no sólo el conocimiento de las lenguas sino contar con una competencia
comunicativa en sentido laxo para transmitir el sentido de un texto
original a un texto de llegada. No se traducen lenguas, se traducen
textos y, por ende, culturas".
A partir de su trabajo de doctorado, la profesora Suárez se ha dedicado
al análisis terminológico y traductor de lo que se conoce como la
variación denominativa o sinonimia, que es un fenómeno que se presenta
cuando en un texto hay distintas denominaciones que hacen referencia a
un mismo concepto.
Dicho problema se estudió en un corpus de textos científicos sobre el
genoma humano escritos originalmente en inglés para la revista
Scientific American y traducidos para Investigación y ciencia, que es
la versión en español de la misma revista. En total se recopilaron
345.000 palabras. "Con el fin de detectar las variantes denominativas
en contexto de manera automática, diseñamos una herramienta que se
alimenta de un diccionario de base y de otros electrónicos de manera
que se cruza la información de los textos (Corpus textual) con las
bases de diccionarios que tenemos y hallamos los términos que tienen
relación con el tema específico que elegimos ― el Genoma Humano".
Este trabajo, titulado "La variación denominativa en un corpus de
textos paralelos (originales y traducciones) sobre el genoma humano" ha
sido útil para la creación en línea del Banco de Conocimientos sobre el
Genoma Humano de la Universidad Pompeu Fabra.
De esta manera fue posible ver qué ocurría en el momento de hacer una
traducción, qué decisiones debía tomar el traductor frente a los
problemas de variación denominativa, pues ante todo "la traducción
implica un proceso mental, cognitivo. Dicho proceso es indispensable
para saber cómo el traductor identifica, enfrenta y soluciona un
problema; también hay un producto que es la generación del nuevo texto
traspasado a la lengua de llegada que generalmente corresponde a la
lengua materna del traductor".
De acuerdo con Suárez, en los textos científico-técnicos sucede con
frecuencia el fenómeno de la variación denominativa ya que los
especialistas constantemente usan diversas denominaciones para hacer
referencia a un mismo concepto, generando constantemente cambios
conceptuales en el interior de los textos propios de sus disciplinas.
Gracias a trabajos como el titulado "Variación Denominativa en el
ámbito de la vulcanología: estado de la cuestión y análisis
exploratorio (tesis de maestría)", María Mercedes Suárez ha demostrado
que la traducción de textos científico-técnicos es un campo que merece
más atención y estudio del que se cree generalmente ya que ha sido un
campo específico que ha estado relegado porque se creía que no imponía
dificultades.
"La mayoría de traductólogos se han dedicado a hacer estudios sobre la
traducción literaria porque se creía que en el discurso especializado
no existían problemas como la sinonimia o la polisemia, pero el avance
de las disciplinas científicas y la gran cantidad de información
disponible en la actualidad hace que sean necesarias las traducciones
hechas por personas competentes en las áreas especializadas que
verifiquen y tengan en cuenta el uso adecuado de los términos".
(* title=¿Traduttore traditore?}
¿Traduttore traditore?
El conocido refrán "el traductor es traidor" surgió en una época en la
cual lo más importante era ser fiel al texto original. Según explica la
profesora Suárez, hoy en día, el enfoque es otro porque lo central es
el destinatario del texto de llegada y lo importante es que el
traductor logre el efecto del texto original en la lengua de llegada.
"Es una tendencia más comunicativa y sociocultural que se tiene en
cuenta también en la traducción científico-técnica".
Un texto de física nuclear, por ejemplo, requiere el manejo de la
terminología específica del área, además de un conocimiento amplio de
ese dominio de especialidad. Es importante agregar que los traductores
automáticos disponibles en la Red dejan mucho que desear y no
reemplazan la traducción humana porque no van más allá de lo
sintáctico, mientras que una persona trabaja desde lo semántico (el
sentido) y lo pragmático".
De ahí que vea en su campo de estudio muchas posibilidades de trabajo e
investigación, y la necesidad de formar más gente, para lograr que en
Colombia se reconozca más la importancia de esta profesión. "A veces la
gente no se imagina el trabajo que hay detrás de la traducción de un
artículo o de un libro, la preparación que requiere", señala.
Para esta joven mujer, amante del cine y de compartir el tiempo libre
con su hija y su familia, el trabajo que realiza un traductor es una
tarea social por excelencia que permite que más personas accedan al
conocimiento, se entiendan entre sí y lleguen a acuerdos. Con esa
motivación forma a sus estudiantes de lenguas y sigue su camino en la
investigación traductológica y terminológica.