Publicado, 28-10-2004
Rubén Ardila Ardila es considerado uno de los padres de la
Psicología en Colombia. Es especialista en psicología experimental,
análisis experimental del comportamiento y ha estudiado, entre otros,
problemas sociales como el desempleo y la crianza de los niños. Por su
trayectoria recibió en 2004 el Premio Nacional al Mérito Científico.
Perfil elaborado en diciembre de 2004
Desde
que era un estudiante de bachillerato, Rubén Ardila se interesó por
entender el comportamiento humano. Su temprana pasión por la literatura
lo llevó a las obras del escritor austríaco Stefan Zweig por quien
descubrió la psicología. Supo, entonces, que quería dedicarse a
profundizar en el conocimiento de la mente, labor en la que ya completa
más de treinta años.
En 1960 se trasladó de la ciudad de
Pereira, donde se crió y realizó sus primeros estudios, a Bogotá para
ingresar a la Universidad Nacional de Colombia, que era en esa época el
único centro de educación superior que ofrecía un programa en
Psicología. Se trataba de una carrera que apenas nacía y de una
profesión en ciernes, lo que motivó aún más a Rubén Ardila a convertir
la construcción de la Psicología en Colombia como ciencia y profesión
en parte central de su proyecto de vida.
Para varios de
sus colegas, Ardila es uno de los padres de la Psicología en el país
por su entusiasta y altruista labor académica. Gracias a sus numerosos
aportes fue posible consolidar una dimensión profesional y científica
sólida que se relacionara con el ámbito internacional.
Sus
principales campos de trabajo e investigación son la psicología
experimental, el análisis experimental del comportamiento, y los
problemas sociales. Ha investigado en campos tales como la influencia
de las experiencias tempranas en el comportamiento animal, la evolución
de la conducta, las pautas de crianza de los niños, el impacto
psicológico de la guerra nuclear, y los efectos del desempleo, entre
otros temas tratados en más de 200 artículos y 27 libros.
{* title=Psicología en síntesis}
Psicología en síntesis
Para
Ardila, uno de los logros más importantes de su carrera fue la creación
de la "Síntesis Experimental del Comportamiento", con la cual consiguió
proponer un paradigma unificador de las diferentes perspectivas de la
Psicología. Este planteamiento ha tenido una amplia aceptación
internacional, ya que permite traducir los hallazgos de una escuela o
de un sistema a los términos de otra.
Basado en los
planteamientos del historiador de las ciencias Thomas Khun, en los
desarrollos de la teoría y la epistemología de la psicología y en el
conductismo de Skinner, Ardila se propuso alcanzar para su disciplina
un nivel de desarrollo que conciliara teoría y praxis. Esta propuesta
se publicó en 1993 en el libro Síntesis experimental del comportamiento.
Lo
que se propuso el psicólogo colombiano fue, en resumen, establecer un
sistema de ideas unificador para la psicología —un paradigma—que no
fuera ni ecléctico ni sincrético, es decir, que no fuera una selección
de "lo mejor" de cada teoría ni un intento por aproximar sistemas
contrarios.
Un completo análisis de su teoría lo hace el
profesor peruano Reynaldo Alarcón de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, quien anota que: "El paradigma de Ardila al incluir las
realidades subjetiva y objetiva del comportamiento humano como dominios
de la psicología, ha superado la brecha artificial creada por el
dogmatismo de escuelas, que dieron paso a sistemas contrapuestos e
hicieron perder la unidad de la psicología".
{* title=La mente y la conducta colombiana}
La mente y la conducta colombiana
Otra
de las grandes preocupaciones de Rubén Ardila a lo largo de su carrera
profesional, gira en torno al desarrollo de las sociedades y en
particular de la colombiana. De allí surgen sus investigaciones en
temas psicosociales como Psicología del hombre colombiano y la novela Walden Tres.
En
el primer trabajo mencionado, se ocupa de estudiar los variados y
heterogéneos factores que influyen en el comportamiento de los
colombianos en relación con su educación, la crianza de los
niños, la organización familiar, el trato hacia los ancianos, el
comportamiento sexual, religioso, y el manejo de los valores en
ambientes rurales y urbanos.
Se trata de un análisis
profundo que llama la atención sobre puntos clave para entender nuestra
realidad. Entre algunas conclusiones, señala que son más las críticas
de origen interno que externo las que nos han llevado a creer que "no
vivimos en ‘el mejor de los mundos posibles' sino en la peor de las
naciones del planeta".
Otra de las conclusiones es que
situaciones como la dependencia y alienación del país en el contexto
internacional influyen en el comportamiento individual y grupal y
marcan nuestros comportamientos negativamente. Por ejemplo, en su
estudio percibe una adoración por el pasado, por las costumbres y las
‘buenas maneras', por el ‘lenguaje correcto' de generaciones
anteriores, que ha hecho que el país mire hacia atrás y no hacia
adelante.
"Somos críticos, negativistas, dados a señalar
las limitaciones y nunca los logros, mostrar lo feo y lo malo de
Colombia y no sus avances y sus gigantescas posibilidades," anota en
uno de los apartes finales de Psicología del hombre colombiano,
donde también afirma que lo cultural puede modificarse porque ninguna
pauta del comportamiento es fija o determinada. Todas las actitudes
negativistas, fatalistas, pasivas y derrotistas hacia lo propio son
aprendidas y por tanto pueden cambiarse, sobre todo pensando en las
nuevas generaciones.
{* title=La utopía de Walden}
La utopía de Walden
Para
Ardila, la literatura y la psicología siempre han sido caminos de doble
vía por los cuales transita con libertad. De allí que su vocación como
escritor de ficción se hubiera cristalizado en varias novelas, aunque
es enfático en afirmar que no aspira a ser reconocido como literato.
Su primera novela fue Nefertiti,
obra publicada cuando tenía 19 años y en la cual explora otra de sus
grandes obsesiones: Egipto. La siguiente, escrita aún en su época de
estudiante universitario en 1964, se tituló Cuando agonizan todos los dioses,
que se trata del origen de la vida y de las relaciones entre ciencia y
religión y que califica como "osada" por su planteamientos. En ese
entonces ganó con este escrito un premio literario en España, gracias
al cual viajó a Europa por primera vez. La novela, sin embargo,
permanece inédita por voluntad de su autor.
Durante su estadía en el viejo continente entre 1965 y 1966, dio rienda suelta a su fascinación por viajar, recorriendo en auto-stop
varios países y algunas regiones del Medio Oriente. Luego de este año
de viajes, se trasladó a la Universidad de Nebraska, en Lincoln,
Estados Unidos, para realizar estudios de doctorado en Psicología
General Experimental. En esos años escribió el libro Psicología del aprendizaje, el cual ha sido reeditado muchas veces, y fundó la Revista Latinoamericana de Psicología, que sigue siendo hoy por hoy una de las principales publicaciones científicas en el área.
A
comienzos de los años 70, regresó al país y comenzó su carrera como
docente e investigador en la Universidad Nacional de Colombia, en la
Universidad de los Andes y en la Universidad Santo Tomás. Desde estas
tres instituciones impulsaría importantes cambios en la concepción de
los programas académicos de Psicología en Colombia.
Para 1979, incursionó otra vez en los caminos de la literatura con la novela Walden Tres,
la cual está en la línea de las utopías de Thoreau, Skinner, Orwell y
Huxley. En ella aborda cuestiones políticas esenciales para el gobierno
y el destino de los pueblos, desde la óptica de la psicología
experimental. La trama se desarrolla en medio de una revolución en un
país imaginario en América Latina en el que los personajes enfrentan
obstáculos como la lucha de intereses económicos, sociales, la
dependencia y la intervención extranjera en la búsqueda de una sociedad
perfecta: "Walden Tres".
A medida que la experiencia de
este colectivo avanza, se exponen las contradicciones entre la realidad
y lo ideal, la voluntad política y la disponibilidad de la ciencia, así
como se muestra lo tediosa que puede ser la búsqueda de la felicidad.
La solución posible en tal ambiente de contradicciones radica en una
transformación de las conductas y comportamientos humanos impulsados
desde la psicología.
En suma, pese a que el desenlace no
es esperanzador, pone de relieve que es posible generar cambios
culturales y sociales con base en experimentaciones psicológicas, fiel
a la idea de que el ser humano es una especie que se adapta rápidamente
a las circunstancias.
{* title=Tarea inconclusa}
Tarea inconclusa
El legado de Rubén Ardila. Psicología: de la Biología a la Cultura.
Sin
embargo, este intelectual siente que aún tiene tareas por hacer y
piensa con modestia que homenajes de tal magnitud son un tanto
precipitados. "Son eventos muy emotivos y maravillosos que agradezco y
son estímulos para seguir formando gente", anota.
Para
Ardila, la Psicología y los jóvenes que empiezan esta carrera no deben
perder de vista el espíritu científico de la disciplina ni la
responsabilidad social que implica su ejercicio. "Faltan muchas cosas
por conocer, por cuestionar y no podemos dejar de investigarlas",
concluye este investigador para quien lo primordial siempre ha sido
aportar sus conocimientos para mejorar las condiciones de vida de las
personas.