Publicado, 16-03-2006
El ingeniero eléctrico Carlos Edmundo Murillo Sánchez, docente de la
Universidad Autónoma de Manizales, es especialista en temas como el
control robusto de procesos, la incertidumbre paramétrica y los
algoritmos de procesamiento paralelo, elementos fundamentales para el
adecuado funcionamiento de sistemas industriales de producción.
Perfil elaborado en febrero de 2006
Carlos Edmundo Murillo Sánchez nació en Torreón, estado de Coahuila,
México, en mayo de 1966, pero Colombia se convirtió en su segunda
patria desde 1992, cuando vino por primera vez al país de la mano de su
esposa, la ingeniera agrónoma María del Pilar Moncada, a quien conoció
en la Universidad de Wisconsin.
A partir de ese año, el amor y la ciencia lo han unido a nuestro país,
al que ha aportado sus conocimientos desde las aulas universitarias. Es
un hombre joven y vital que conversa sobre su experiencia en la
investigación académica con entusiasmo, dejando escapar a veces su
acento mexicano combinado con los matices característicos del eje
cafetero colombiano.
Cuando era pequeño sintió curiosidad por conocer cómo funcionaban las
cosas y pronto desarrolló gran afinidad por las matemáticas, la
mecánica y la física. "Recuerdo que tenía más o menos 10 años y me
gustaba desarmar todos mis juguetes para construirlos otra vez y crear
otros; también hacía experimentos con electricidad con un kit que me
había regalado un tío. El caso es que a los 14 años sabía que quería
ser ingeniero electrónico, mucho antes de entrar a la universidad".
En 1987 obtuvo su grado en dicha profesión del Instituto Tecnológico y
de Estudios Superiores de Monterrey, institución donde también inició
muy joven su carrera como docente. Dos años después viajó a la
Universidad de Wisconsin en Madison para realizar una maestría en
control de procesos usando técnicas de control robusto con aplicación a
motores de combustión interna. Al finalizar estos estudios, ya había
decidido conformar una familia con Maria del Pilar en Colombia.
En 1992 se vinculó como docente de la Universidad Eafit de Medellín y
posteriormente, en 1995, de la Universidad Autónoma de Manizales, donde
actualmente se desempeña como decano de la Facultad de Ingenierías. En
el año 1995 viajó nuevamente a Estados Unidos, esta vez para realizar
su doctorado y postdoctorado en la Universidad de Cornell abarcando
temas como la optimización de la programación de la generación y
transmisión de energía eléctrica, y los algoritmos de procesamiento
paralelo, entre otros.
{* title=Todo bajo control}
Todo bajo control
Una de las especialidades del doctor Murillo es la automatización y el
control de procesos, que consiste en el estudio, diseño y puesta en
marcha de mecanismos mediante los cuales una máquina se autorregula. Un
ejemplo básico en el que el principio de autorregulación puede verse es
el de un tanque con agua en el cual, gracias a un flotador, se controla
el nivel del agua; otro sistema histórico donde este principio operaba
fueron los molinos de viento en los que por la acción de una veleta, se
orientaban las aspas en dirección contraria al viento para aprovechar
la energía eólica.
"Se trata de mecanismos muy elementales que se desarrollaron hace mucho
tiempo pero que sirven para entender qué es el principio de
automatización y la teoría del control, que en nuestros días son mucho
más complejos por los adelantos matemáticos, físicos y sus
aplicaciones", explica Murillo, quien logra explicar lo más difícil de
manera sencilla y agradable.
En su tesis de maestría, por ejemplo, puso en práctica uno de los
niveles más avanzados de estos conceptos. "Consistió en utilizar lo que
se conoce como ‘control robusto ante incertidumbre real paramétrica' en
la computadora del motor de un carro de modo que pudiera asegurarse que
bajo todas las condiciones, el algoritmo bajo el cual opera el
mecanismo funcionara normalmente". Dicho trabajo lo realizó para la
firma automotriz italiana Fiat, a la cual estuvo vinculado como
consultor durante varios meses.
Luego de ese trabajo, hizo otro que tenía que ver con el control lineal
multivariable de un esquema de dirección en las cuatro ruedas. La idea
era ver cómo un carro promedio podía ofrecer mejores características y
sentirse como uno deportivo gracias a un computador que manejara el
ángulo de las ruedas traseras, mientras que el conductor opera
solamente las delanteras.
"Recuerdo un par de días que tuve que estar en el asiento trasero del
carro de pruebas con una computadora portátil tomando datos, mientras
un piloto hacía maniobras muy salvajes en la pista, como dar curvas muy
cerradas a 230 kilómetros por hora. Eso fue muy emocionante".
Esas experiencias sirvieron de base para dictar cursos sobre un tema
que en Colombia apenas se empezaba a explorar que es el "control lineal
multivariable" que, como su nombre lo indica, consiste en monitorear un
amplio número de variables que operan de manera simultánea en un
sistema, con el fin de que se comporten como uno lo desee. "Eso se usa
en la industria porque las máquinas tienen parámetros y set points para
que todo funcione y para accionarlos se requiere de controladores
lógicos programables que manejen todo y aseguren un proceso exitoso".
{* title=Mente amplia}
Mente amplia
Con el doctorado, se abrieron nuevas preguntas para este ingeniero. Sin
abandonar del todo los temas que había trabajado antes, hizo parte del
Grupo de Potencia y Control de la Universidad de Cornell, en el seno
del cual desarrolló como tesis un algoritmo de optimización dual para
la asignación de recursos o comisión de unidades en el ámbito de la
programación de la producción de energía eléctrica. Dicho algoritmo fue
publicado en el libro The Next Generation of Electric Power Unit
Commitment Models y se ha convertido en un modelo cuya aplicación es
posible, según algunos comentaristas del texto.
Como lo resume el investigador: "El problema consiste en cómo programar
los generadores térmicos de un sistema grande interconectado en un país
o un estado con cientos de generadores para suplir la demanda en todos
los puntos de consumo de energía eléctrica, teniendo en cuenta las
leyes que gobiernan la distribución de la energía, las restricciones
que hay de todo tipo, por ejemplo, no sobrecargar líneas de
transmisión, respetar el tiempo de arranque y de parada de los
generadores porque tardan varias horas en llegar a estar encendidos y
varias horas en apagarse, etc."
La curiosidad y empeño científico no se detuvieron ahí y también en
Cornell inició el tercer tema grueso que compone sus líneas de
investigación. Se trata de mirar las condiciones de equilibrio de los
mercados de energía eléctrica y a partir de ellas tratar de obtener
indicadores de potencial de poder de mercado. Estas investigaciones lo
mantienen vinculado con la universidad estadounidense y, aunque se
trate de un tema de microeconomía, se complementa con las otras áreas
que ha trabajado.
"Lo que he aprendido es que si uno tiene la mente amplia y trata de
aprender de las otras áreas, encuentra que una buena formación de
ingeniero te permite abordar integralmente problemas que son de índole
muy diversa," comenta este investigador que se preocupa por inculcar en
sus estudiantes esa perspectiva en los proyectos que asesora en temas
como ingeniería de control, procesamiento de señales, ambientes para
composición musical xenoarmónica y la mecatrónica, entre otros.
Considera que la industria colombiana (en especial la pequeña y
mediana) no ve el beneficio que puede tener aplicar sistemas de
automatización en sus procesos de producción. "Se ve como un costo y no
como una inversión para ser más competitivos, y eso incluye a sectores
como el energético, por supuesto", señala el docente.
Existe, sin embargo, una decepción para este colombiano por adopción y
es la que le depara enfrentarse al bajo eléctrico y al piano,
instrumentos a los que siempre ha sido un aficionado. "Soy un músico
frustrado", anota entre risas, pero no se rinde fácilmente y también le
saca un tiempo de cuando en cuando a la vida académica, las ecuaciones
y los gráficos para reunirse a tocar algo de rock y jazz con sus amigos
y dejarse llevar por sus acordes sin otro control diferente que la
imaginación.