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Actualidad de ciencia

La ciencia y la tecnología no son cuestiones de genios

Publicado, 05-11-2007

Sin cambios en la educación, en la actitud, valores y procedimientos en los colegios y universidades, el conocimiento se seguirá quedando en aquello que el estudiante considere que es suficiente para sacar una buena nota y no más, y de esta forma el conocimiento se quedará inerte e inactivo y no se podrá aprovechar para el país, advirtió el profesor Carlos Vasco a propósito de los desafíos que debe afrontar el sector educativo colombiano.

La ciencia y la tecnología no son cuestiones de genios
La afirmación la hizo en la conferencia “Problemas y retos de la educación en ciencia y tecnología de la educación en Colombia”, organizada por el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana. Problemas y retos que no son pocos si tenemos en cuenta que, según el profesor José Luis Villaveces de la Universidad de los Andes, para al menos encaminar el país por la senda del desarrollo científico se deberían seguir las recomendaciones de Naciones Unidas de invertir el 1% del PIB en actividades relacionadas con ciencia y tecnología -hoy se invierte entre el 0.3 y el 0.5% según Villaveces- y graduar al menos cuarenta mil doctores en los próximos cuatro años; en 2004 el país contaba con 1.995 doctores, según el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología.

Estas cifras en cuanto a inversión se refiere. Sin embargo, la sola inversión y las políticas públicas no son suficientes sino se cuenta con el capital humano: con estudiantes competentes e interesados en desarrollar una carrera como científicos basados en una sólida formación.

Allí, en la formación, se encuentra uno de los retos mayúsculos: el ser capaces de adecuar una didáctica y una pedagogía que le permita al alumno afrontar el “reto del aprendizaje significativo”, como lo llamó el profesor Vasco.

Esto es, que el estudiante incorpore el significado y el sentido de lo que está aprendiendo más allá de “memorizar una fórmula, una técnica o una definición”, subrayó el investigador.

A este respecto es de notar la coincidencia de Vasco con el neurólogo Rodolfo Llinás quién, en su reciente visita al país, explicó que lo importante en el proceso educativo es que el alumno sea capaz de comprender, “y estar en capacidad de poner en contexto cada uno de los aprendizajes adquiridos”.

Para el caso específico de la educación en ciencia y tecnología, Vasco señaló que otro de los retos es elevar la calidad de la enseñanza de las matemáticas y de las ciencias naturales apostándole a la permanente cualificación de los docentes y a la revalorización de su enseñanza. En esta dirección cabe recordar que el mismo investigador señaló en el documento “Siete retos de la educación colombiana para el período 2006 a 2019” que uno de los desafíos a afrontar era justamente el de “conciliar la necesidad de altos niveles de educación en las matemáticas, las ciencias naturales y las tecnologías con la creciente apatía de los y las jóvenes respecto a estas áreas”.

En esta medida, según el mismo documento, factores como la escasez de docentes bien preparados para enseñar matemáticas, ciencias naturales y tecnologías, la disminución de horas de enseñanza, y especialmente el desprecio por la pedagogía y didáctica de estos campos del conocimiento, se constituyen para el profesor Vasco en un “suicidio colectivo desde el punto de vista demográfico: al aburrir, humillar y desterrar del paraíso matemático y de los paraísos científicos a los jóvenes que no logran buenos rendimientos en estas áreas, están reduciendo el número de aspirantes a estudios avanzados en las mismas, y están impidiendo que se amplíe el apoyo ciudadano a ellas y a los y las jóvenes que quieran estudiarlas”.

Cabe agregar que, según el investigador, esta tendencia a distanciarse del estudio de las ciencias básicas no sólo se da en Colombia, sino incluso en los Estados Unidos como parte de una era que llamó postepistemológica, en la que se cuestionan los análisis cuantitativos y se populariza una crítica radical de la ciencia sumada a la revalorización de saberes no científicos y el resurgimiento de las medicinas alternativas, del ocultismo, la astrología y la parasicología.

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¿Competitivo o competente?
Para el profesor Vasco hoy han irrumpido otras ciencias en la didáctica y la pedagogía como la lingüística, la semiótica y la teoría del discurso que es necesario incorporar en la enseñanza de las ciencias, más aún frente a los retos que presentan la educación étnica.

Así, el profesor Bruno D` Amore, de la Universidad de Bologna (Italia), ha señalado la importancia que tiene el uso de la semiótica en el aula cuando se enseñan matemáticas, debido a que la semiótica explica el “pasaje” entre el concepto del objeto matemático y su representación. Estos aportes desde distintas disciplinas buscan un fin último, explicitar el saber del docente y su apropiación por parte del estudiante.

En términos del modelo de competencias propuesto en 2004 en el país, se busca, según explicó Vasco, fortalecer las competencias interpretativas, argumentativas y propositivas de los estudiantes, aunque existen problemas para que el modelo se implemente correctamente como la definición del marco teórico adecuado, la evaluación de las pruebas, y la enseñanza misma de las competencias.

“La enseñanza y la evaluación por competencias busca ante todo un estudiante que cumpla estándares básicos en áreas como el lenguaje, matemáticas, ciencias, y competencias ciudadanas”, comentó Vasco. El gran reto es como alcanzar esos estándares, agregó.

En esta medida, el investigador explicó que para alcanzar cualquier competencia se deben tener en cuenta tres elementos: la aptitud (los conocimientos) la actitud (buena disposición) y la sensitividad (detección de la oportunidad para usar lo que uno sabe).

Sin embargo, como anotó Vasco al referirse al llamado “círculo de calidad “del Ministerio de Educación, que se centra en tres frentes: estándares, pruebas y mejoramiento, sin planes de apoyo a los planes de mejoramiento de los colegios, sin dotación adicional y sin formación continuada de los docentes, no funcionan los planes de apoyo y los desempeños en las pruebas seguirán siendo muy bajos.

Así mismo, subrayó en el documento mencionado: “¿Quién va a hacer docencia a los docentes mismos? y además, ¿cómo enseñar la creatividad y la innovación si nosotros como docentes, no la tenemos y no la aprendimos? Adquirir una competencia supone adquirir un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, compromisos y disposiciones relacionadas entre sí para desempeñar una situación relativamente nueva, según propuso el profesor Vasco, ¿Cómo lograrlo en cada colegio para encaminar el país por la senda del desarrollo científico y social? He ahí el desafío.

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