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Ley de Ciencia: ¿articulada o excluyente?

Publicado, 19-10-2009

En el marco del X Congreso La Investigación en la Pontificia Universidad Javeriana se adelantó un debate a la nueva ley de Ciencia, tecnología e Innovación. El tema cobra vigencia ya que mientras en otros países ya se habla de Ministerio de Ciencia y Tecnología, en Colombia apenas se vislumbra un cambio en la política que oriente la gestión del conocimiento.

Ley de Ciencia: ¿articulada o excluyente?

La ley 1286, aprobada a comienzos de año, plantea entre otras cosas una reestructuración a Colciencias, quien se convierte en un Departamento Administrativo. Esto, según el articulado, permitirá mayor capacidad de gestión e ingerencia en la toma de decisiones y consecución de recursos.

Jaime Restrepo Cuartas, representante a la Cámara, y uno de los promotores de la ley, expresó que ahora existe una herramienta que fortalecerá la investigación y su relación con el sector social y el productivo. Esta idea se hace presente en el articulo primero el cual señala que se busca “ lograr un modelo productivo sustentado en la ciencia, la tecnología y la innovación, para darle valor agregado a los productos y servicios de nuestra economía y propiciar el desarrollo productivo y una nueva industria nacional”.

Sin embargo, para algunos otros este objetivo no es del todo suficiente porque el articulado adolece de un enfoque productivo y económico, el cual desconoce la amplitud del marco científico. Según Alberto Múnera S.J., director del Instituto Pensar de la Pontifica Universidad Javeriana, en esta ley “la sociedad se entiende como la sociedad de consumo, la cultura como la de producción económica, la educación como el medio para lograr lo uno y lo otro; y el desarrollo como el crecimiento en poder económico“.

Para otros sectores, este enfoque productivo no riñe con la realidad académica e investigativa y no se puede satanizar. Restrepo Cuartas manifestó que la ley “pretende que la investigación no sea solamente para publicar artículos internacionales en revistas. Que el conocimiento que obtengamos de cualquier tipo de investigación no se quede en la mitad del camino y que entre a resolver los problemas fundamentales del país”.

Para este académico, ahora involucrado en el ámbito político, es importante que se empiecen a aprovechar los recursos con los que cuenta el país en materia de biodiversidad, generación de energía a partir de productos naturales, el fortalecimiento de las regiones y del capital humano, entre otros.

En efecto, esta ley como está planteada busca vigorizar estos factores y lograr un mejor aprovechamiento del conocimiento. Según Alexis De Greiff, subdirector de Colciencias, la clave no está en las ideas sino en saber gestionarlas ya que, “ideas siempre ha habido y no han logrado permear el tejido social. Creo que no solo es un problema de recursos sino además de articulación con los demás sectores”.

Una ley de “lesa universidad”

Para el padre Múnera, la situación es mucho más compleja que lo que se plantea en la nueva ley. Para este académico el articulado tiende a instrumentalizar la investigación en beneficio del factor económico y productivo, con lo cual se excluyen las ciencias que abordan el ámbito social.

Por esta razón, “la universidad, que por definición incluye la universalización de los saberes y las ciencias y que no considera que el conocimiento deba ser instrumentalizado para la producción económica, no puede manifestarse de acuerdo con esta visión antropológicamente reduccionista de lo que entiende la ley por ciencia, tecnología e innovación”, enfatizó.

Por otra parte, De Greiff consideró que con la nueva ley se dan herramientas suficientes para lograr una real gestión del conocimiento y que los sectores productivos no tienen porque reñir con la Academia.

“En el caso de la bomba atómica Oppenheimer estudiaba si la reacción en cadena comprobaba la mecánica cuántica. Ese mismo hecho era un problema militar para el general Rose y para el presidente Truman era un problema político. Los tres estaban hablando del mismo artefacto y por eso yo creo que se si se puede hablar del mismo aparato pero con distintas motivaciones y todos empujando en el mismo sentido”, recalcó De Greiff.

En todo caso, la nueva ley de Ciencia, Tecnología e Innovación impone grandes retos nacionales y regionales. No sólo desde la misma estructura gubernamental sino desde la manera como los otros sectores de la sociedad se integran y articulan acciones tendientes a la promoción del conocimiento, la innovación y el desarrollo. De su total compromiso y trabajo conjunto depende que el articulado supere lo escrito y se convierta en realidad.

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