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Científicos colombianos en el área de Matemáticas y Ciencias Naturales

Ángela Stella Camacho

Publicado, 02-12-2003

Ángela Stella Camacho ha dedicado su vida al análisis de fenómenos físicos para brindar soluciones académicas a necesidades puntuales de la industria. Sus aportes como directora de uno de los grupos de física teórica más exitosos del país la han convertido en una científica que hace patria desde las aulas.

Ángela Stella Camacho

Perfil elaborado en noviembre de 2003

"El mundo es un mar de átomos que se unen por capricho para aparecerse ante nosotros como objetos con una forma determinada", quizás esa definición de Ángela Stella Camacho, docente de la Universidad de Los Andes, sea la mejor manera de explicar lo que nos rodea desde la óptica de los físicos de la materia condensada.

Partiendo del átomo como unidad mínima, estos científicos se ocupan de analizarlo todo en estado sólido, líquido o de gel, para saber qué sucede bajo condiciones especiales como la baja temperatura, la alta presión, el vacío, la radiación o ante la presencia de campos eléctricos y tiempos ultracortos (menores a una billonésima de segundo). Una de las aplicaciones de sus hallazgos en la industria es la creación de materiales artificiales resistentes, semiconductores y nuevos dispositivos electrónicos.

A este tipo de estudios se ha dedicado por cerca de 25 años la profesora Camacho, una de las físicas teóricas más reconocidas en esta área a nivel nacional e internacional, que conformó desde hace 20 años el Grupo de Física de la Materia Condensada de la Universidad de Los Andes.

La Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC) le otorgó el Premio al Mérito Científico en la categoría de Investigador de Excelencia el 15 de octubre de 2003, por su contribución a la física de baja dimensionalidad (micro y nanoestructuras) y el posicionamiento de la ciencia nacional con las publicaciones internacionales de su equipo de trabajo.

{* title=Conocimiento divulgado}

Conocimiento divulgado

Como casi todos los científicos, Ángela Camacho llegó a su disciplina impulsada por los buenos recuerdos de las clases de colegio. Para 1970, cuando obtuvo el grado en la Universidad Nacional, no había un tema de estudio específico en Colombia, "incluso nuestros profesores no eran físicos sino ingenieros", por esa razón decidió aprovechar un convenio de intercambio que se había creado con Alemania para hacer su maestría en física nuclear teórica en la Escuela Técnica Superior de Darmstadt y el doctorado en física de líquidos en la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz en Alemania.

 

Con el mundo intelectual que le había dado Europa, regresó a Colombia en 1978, vinculada a un programa de la Organización de la Migración Europea, gracias al cual se convirtió en docente de la Universidad Industrial de Santander. En los laboratorios de esa institución abordó los efectos de los campos magnéticos sobre distintos materiales; hallazgos que son aplicables en dispositivos de memoria disquetes o discos compactos.

Para entonces ya tenía claro lo que era hacer investigación, pero el país no contaba con la masa crítica de físicos para desarrollarla. "El único lugar en el que se podía hablar de un trabajo activo era la Universidad de Los Andes", señala. A esa institución se vinculó en 1982 por sugerencia de quienes dirigían el Departamento de Física.

Desde entonces la investigación y la publicación de los resultados han sido su prioridad. Seguramente por esa razón, mientras conformaba el Grupo de Física de la Materia Condensada, viajó a Triestre (Italia) para aprender de otras experiencias con semiconductores en el Centro Internacional de Física Teórica (ICTP). "Volví maravillada y comenzamos a contactar a los profesores para nutrir un equipo que hoy es fuerte, conocido internacionalmente y catalogado por Colciencias como de excelencia categoría A".

Cuando los físicos deciden estudiar un fenómeno de la naturaleza generalmente acuden a colegas de todo el mundo para teorizar al respecto o se unen en grupos internacionales muy grandes para realizar experimentos que de otro modo no serían posibles. Sin embargo, lo que identifica al colectivo de la profesora Camacho es su composición netamente patria, que garantiza la presencia de Colombia en el escenario académico internacional.

Por lo que Los Andes ha demostrado como posible y por la vasta producción de los equipos de otras universidades (la Nacional, la de Antioquia, la del Valle, o la Industrial de Santander), Ángela Camacho tiene el sueño de proponer al país como un centro de excelencia en física de baja dimensionalidad. "Contamos con un nivel de desarrollo muy alto en ese campo y no es algo que asegure yo, me lo han comentado colegas de todo el mundo, especialmente de América Latina, quienes nos miran con mucho respeto, dado los grandes y rápidos avances que Colombia ha tenido en los últimos años".

{* title=Filosofía exacta}

Filosofía exacta

Actualmente el tiempo de la docente transcurre entre túneles y estructuras diminutas. Intenta entender por qué si a simple vista una partícula no puede atravesar una pared, es posible que lo haga cuánticamente (a nivel microscópico). Este principio, al que se le llama tunelamiento, es aplicado en dispositivos como los nanotransistores de alta tecnología de los futuros computadores, pero -a pesar de que los ingenieros se apoyen en él- desde el punto de vista teórico no es del todo claro cómo funciona.

La Física está llena de hechos misteriosos que los académicos aún no logran explicar y entre tanto deben dar por sentados. "Esto la pone casi en el terreno de la filosofía, pues son cosas que no se pueden medir y se tienen que dejar a la interpretación". Otro de estos fenómenos, al que se dedica Camacho, es el principio de incertidumbre que se aplica a la computación cuántica. Según este no es posible determinar simultáneamente dónde se encuentra el electrón de un átomo y cuál es su velocidad. La docente intenta entender por qué.

El poco porcentaje de mujeres dedicadas a la disciplina -del que se percató en su participación como líder por Colombia en el Movimiento de Mujeres en Física, que se llevó a cabo en París durante el año 2002- y la relación de la geometría con las interacciones fundamentales en física cuántica -es decir, el comportamiento del electrón dependiendo de la forma del recipiente en el que se encuentra confinado- son algunas de las inquietudes complementarias de la investigadora, para quien la principal lección que le ha dejado la ciencia es la búsqueda de la verdad. "Es una cuestión de honestidad que también se aplica a la vida".

La docencia por vocación ha llevado a Ángela Camacho a convencerse de que si orienta adecuadamente los trabajos de sus estudiantes estará ayudando al desarrollo del país, "pues el nivel científico de las nuevas generaciones crece". Por esa razón siempre ha estado dispuesta a compartir sus conocimientos con los jóvenes de las universidades colombianas, la de San Diego de Estados Unidos, la Humboldt de Berlín o la Autónoma de Puebla en México, en las que ha sido catedrática. De igual forma, se interesa por establecer colaboraciones con colegas de España, Alemania, Brasil, México o Cuba.

Su último logro, el premio de la ACAC, es una motivación para fortalecer aún más el equipo de Los Andes, pero también una gran responsabilidad, que implica seguir trabajando en la aplicación de sus conocimientos para beneficiar al resto de la sociedad. Y lo hará, porque "en ello está la verdadera virtud de la ciencia".

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