Según un informe del Instituto de Investigaciones de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, la flora es la primera gran riqueza de Colombia ya que posee entre 45.000 y 55.000 especies de plantas. Sin embargo, la diversidad del país presenta una fuerte vulnerabilidad, pues corre con un altísimo riesgo de sufrir extinciones masivas, producidas principalmente por la destrucción del hábitat, deforestación y contaminación.

Dicha vulnerabilidad se agudiza en el momento en el que se desconoce la manera de proteger y de aprovechar adecuadamente los recursos naturales de cada departamento, y es frente a esta problemática que el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología "Francisco José de Caldas" - Colciencias, impulsa las distintas investigaciones que buscan valoración, conocimiento y estudios de las potencialidades que ofrecen las regiones.

Así, la Universidad Tecnológica del Chocó, en concordancia con la iniciativa de Colciencias, puso en marcha el Programa Regional Biodiversidad, Conocimiento y Desarrollo para la Vida (ProBioch), aprovechando la privilegiada ubicación de ese departamento en Colombia, que se caracteriza por su megadiversidad y complejidad ecosistémica. Foto NOTICyT Fo “Este programa se concibió desde la perspectiva de la riqueza biodiversa del departamento del Chocó, que debe convertirse en la más importante estrategia de desarrollo para que su gente pueda vivir de ese potencial, pero a su vez ello implica una ética de conservación para no comprometer el derecho que le asiste a las generaciones futuras de disfrutar la biodiversidad”, comentó Yan Arley Ramos, uno de los investigadores.

ProBioch se desarrolló en tres etapas, “la primera contempló la elaboración de la Iínea base sobre la biodiversidad regional y articulación nacional e internacional, a partir de la determinación del estado actual del conocimiento publicado en esta materia en el Chocó; la segunda, permitió la definición de objetivos y áreas prioritarias de investigación y la formulación de proyectos; y la tercera contempló la difusión del programa y el inicio de ejecución de los proyectos priorizados”, agregó el grupo de investigación.

Como resultado de la primera etapa se recopiló información sobre la biodiversidad del Chocó, la cual se registra en un documento que presenta el estado actual de la misma, y acompañado de una base de datos son el instrumento de consulta de docentes, estudiante e investigadores, entre muchos otros habitantes interesados en conocer la biodiversidad del departamento. “Este instrumento facilita el conocimiento por áreas temáticas, grupos biológicos, estrategia de conocimiento, tipo de documento y fuentes principales de información. Además permite el monitoreo constante a través de indicadores de la biodiversidad regional (número de ejemplares, número de taxones, porcentaje de especimenes determinados, sistematizados y conservados, listados de especies, sitios de distribución, entre otros)”, explicó Ramos.

A través de esta recopilación se lograron identificar las regiones con menos información sobre sus recursos naturales así como aquellas que se caracterizan por poseer ecosistemas estratégicos para el departamento, algunas de éstas son: Zona del Cerro del Torrá y Nóvita, Zona de Mentuará y aledaños al Parque Nacional Natural de Tatamá, Región sur de los Farallones del Citará (Alto San Juan y Alto Atrato), Zona del Corredor Frontino aledaña al Parque Nacional Natural de las Orquídeas, Zona de ciénagas y anegadizos (Delta del Atrato).

Así mismo, el grupo de investigación identificó que el mayor obstáculo del desarrollo de la región a partir de la biodiversidad es la escasez de investigadores, lo cual deja como consecuencia la poca información, valoración y manejo de los recursos naturales de la región.

Para enfrentar dicho problema se formuló el subprograma: "Senderos Etnobiológicos: Una estrategia de Conocimiento y Valoración de la Sociobiodiversidad del Chocó". “Este se propuso, como objetivo general, elaborar y desarrollar una propuesta de investigación en todas las regiones del departamento del Chocó que tienen algunas características biológicas, históricas y sociales a partir de las cuales se genere un modelo de vida. El subprograma se constituyó en una novedosa estrategia de investigación en la que se articularon diferentes campos del saber científico (biológico, histórico, social y cultural, entre otros), con el fin de conocer en poco tiempo muchos componentes del entorno etnobiológico de las comunidades, cuyos resultados son muy importantes para la elaboración de modelos de conocimiento, valoración y manejo de la biodiversidad, que permita mejorar las condiciones de vida en la región”, explicó Alicia Ríos Hurtado, directora del proyecto.

Dentro de este programa se realizaron expediciones a regiones como Raspadura y Las Mojarras, importantes por su biodiversidad y cultura. Como resultado de dichos recorridos se enriqueció el conocimiento frente a la biodiversidad (flora, fauna, hongos y organismos acuáticos). “Esto para la valoración de potencialidades productivas de las comunidades; valoración de la calidad y caudal de los cuerpos de aguas útiles para el consumo humano, transporte y recreación; registro del patrimonio histórico, de la tradición oral, familiar y religioso de las comunidades; capacitación a las mismas en temas de educación ambiental, normatividad ambiental y mecanismos de solución alternativa de conflictos ambientales”, añadió la investigadora Ríos.

Así, Biodiversidad, desarrollo, educación y manejo adecuado de los recursos naturales son elementos fundamentales en la conservación del ambiente, que hoy día sufre las graves consecuencias (cambio climático, desaparición de los glaciares, inundaciones, entre otros.) de la falta de conocimiento y valoración por parte de sociedad.